Cambio, incertidumbre y coaching

Los cambio continuos de nuestra sociedad generan incertidumbre, en ocasiones nos sentimos desubicados y confundidos ante estos cambios e intuimos que es necesario readaptar nuestras respuestas a las nuevas situaciones y afrontar el miedo a lo desconocido.

Al tomar consciencia de nuestras creencias, hábitos y rutinas que no nos sirven en este momento ponemos la primera piedra para  empezar a construir algo nuevo y aceptar y adaptarnos a los cambios.

Mirarnos hacia dentro y preguntarnos  que ser estoy siendo y que vida estoy viviendo, valorar y tomar consciencia de nuestra satisfacción en lo que estamos haciendo y a lo que dedicamos nuestro tiempo,

Identificar cómo queremos vivir y qué es importante para nosotros es un inicio para empezar a tomar decisiones saludables acordes con lo que pensamos y sentimos, empezar a vivir desde una coherencia…nuestra coherencia interna y ser conscientes de de  la realidad en la que yo puedo intervenir e ir creando la vida que yo quiero vivir.

Vivir desde el centro de nosotros mismos, nos permite conectar con nuestra esencia y singularidad y con el amor a nosotros mismos que nos permita crecer, alcanzar mayor plenitud y expandirnos.

El Coaching  acompaña a las personas en el proceso de convertir en acción esta nueva visión de nosotros mismos, desde la que es posible vivir la vida en coherencia e identificación con la persona que queremos ser, y creando el entorno y la realidad en el que deseamos vivir.

Es un acompañamiento que transforma, que invita  a preguntarse por sus recursos, por su potencial, por sus dones, y cómo todo ello puede contribuir a la sociedad en la que vivimos. Es la búsqueda de la conciencia, del compromiso y de la acción, de aportar al mundo todo el talento que hemos recibido y que llevamos dentro.

¿alguna vez estamos seguros de algo, tenemos alguna vez certeza de lo que nos pasará?

Nos empeñamos en querer tener  seguridad, de encontrar una estabilidad y tener control sobre todo lo que nos pasa  y ello nos genera un gran malestar porque no podemos controlarlo todo, quizás nada podemos controlar ¿entonces que nos sucede?  Nos movemos muchas veces en un pensamiento limitante como  “es mejor lo bueno conocido que  lo malo por conocer” y así nos quedamos aferrados a lo conocido y la seguridad  y nos negamos la oportunidad de descubrir, averiguar, diseñar e imaginarnos siendo o haciendo algo distinto.

Cuando abrimos las posibilidades a conocer diferentes realidades, incorporamos recursos propios, estrategias distintas y vías para afrontar de manera positiva los cambios, desarrollar nuestra resiliencia y nuestra creatividad, sentirnos más confiados, desbloquear nuestros miedos  y a andar con una mayor serenidad  por los actuales senderos del cambio y la transformación y esto supone vivir  la incertidumbre y la inestabilidad.

Se trata de crear nuevas oportunidades, transformar nuestros hábitos, hacer cosas diferentes, emprender la acción y aventurarse a pesar de la incertidumbre, perseverar  y persistir.

 Pensar en el cambio está muy bien pero no  es suficiente, hay que ser capaz de transformar las ideas en acciones para obtener resultados, intervenir en esa parte de la realidad que si podemos transformar.

Hay y podemos disfrutar muchas de las oportunidades que están naciendo pero nos cuesta verlas mientras buscamos certidumbre y estabilidad. Aceptar la incertidumbre nos permite estar preparados para afrontar el cambio, superar situaciones ambiguas e imaginar escenarios alternativos.