Hay momentos en que parece que todo nos sale mal, perdemos la energía y la ilusión por que las cosas no salen como quisiéramos, hemos generado unas expectativas que no se corresponden con los que nos sucede y nos cuesta salir de allí y encontrar un camino de esperanza e ilusión …quizás necesario dedicar un tiempo a pararnos, a escucharnos, a centrarnos para poder encontrar de nuevo un rumbo que nos permita seguir adelante, el silencio que nos permita escuchar nuestra intuición y emociones y aprender a cambiar de actitud delante las circunstancias que nos están ocurriendo… Poder encontrar el consuelo, la comprensión que nos dan los que nos quieren y que nos dan las alas a confiar en nosotros y conectarnos con el amor.
A través de nuestros cinco sentidos percibimos el mundo y la realidad y es nuestro cerebro el que le da una interpretación , y está no es igual para todos, la apreciación de la realidad es personal y única, no todos interpretamos igual la misma realidad, construimos nuestra propia representación personal de lo que nos sucede y se forma través de la experiencias que hemos vivido, a los aprendizajes, educación, cultura, etc.
Ya que nuestras interpretaciones no son las únicas de una misma realidad, se abren nuevas posibilidades de poner otra mirada a las situaciones, prestar atención allí donde quizás no habías mirado, es tomar conciencia, poner luz donde había oscuridad… y comprender los cambios que necesitas hacer. Cambiar la perspectiva es en el ahora.
Cuando interpretamos que la realidad no se ajusta nuestras expectativas, no son como pensamos y creemos que deberían ser, reaccionamos contra la realidad, sintiéndonos víctimas y aparece el sufrimiento porque la vida no se adapta a ellas. Aceptar aquello a lo que nos estamos resistiendo nos libera, nos lleva a la paz. Aceptar es asumir que las cosas no siempre salen como esperábamos y que aún así, están sucediendo. .
Lo que niegas te somete. Lo que aceptas, se transforma.
Carl Jung
Cuando empezamos a vivir conscientemente estamos damos voz a nuestro yo interior y buscamos posibilidades en vez de estar esperando a que suceda y quejándonos porque no ocurre aparece la ilusión , la energía y las ganas de hacer porque reconocemos que podemos intervenir en nuestra realidad, conectados con nuestro ser, coherentes y satisfechos de que hemos emprendido la acción, bloqueando la desesperanza y atravesando los miedos
Cada paso hacia la transformación de nuestra realidad cuenta y lo importante es empezar, un primer paso es un logro y el inicio del siguiente…. . Centrarme en mis logros y desactivar mi memoria de fracasos. Hacerse preguntas a ti mismo que te inviten a despertar la conciencia y te orienten a la acción. Para qué? Cómo? o Qué? en vez del Porqué?? que nos lleven a conectar con el sentido y la motivación .
Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto cambiaron todas las preguntas. Mario Benedetti
Mirar, soltar , abandonar la corazas del ego , esa vocecita interior que nos acompaña a cada instante y que se resiste al cambio y te identifica solo con los personajes que te has creado para sobrevivir; vaciarnos de conceptos, juicios, prejuicios, expectativas,.
Vivir cada momento despiertos, presentes y conscientes.
Descubrir qué cosas nos dan sentido, qué nos apasiona y nos gusta hacer, y tenerlas siempre presente porque nos indican un camino en nuestra brújula personal y nos permiten acoger lo que queremos y desechar lo que nos aparta de nuestra esencia. Sin un rumbo fijo y sin un sentido fácilmente nos desilusionamos ante las cosas, parece que no vamos a ningún sitio que estamos estancados y que no avanzamos
En el silencio interior encontramos sosiego , serenidad y confianza en nuestras posibilidades , escuchamos nuestra intuición y vislumbramos el sendero a seguir . Con perseverancia, constancia, conciencia y paciencia viviendo en el presente con el motor encendido y la ilusión como compañera.
Dejar la puerta abierta a las emociones del corazón, asumir nuestra vulnerabilidad, darle salida al lenguaje del alma, al amor por compartir, transcender y agradecer. Mostrarse humilde y despierto a la nueva conciencia, impregnarse de energía y empezar a caminar irradiando esta energía
Conectar y elegir quedarse con la valentía y la confianza del ser y reconocer que si fallamos también seremos capaces de sostener nuestro fracaso, reconocernos vulnerables…y llenos