Mindfulness (atención plena) es estar presente de una manera particular:
«Con intención, momento a momento y sin juzgar» (Kabat-Zinn, 1980).
Mindfulness se define como atención plena, o conciencia plena, y nos propone una forma de prestar atención a la experiencia del momento presente, aquí y ahora, con conciencia plena sin juicios. Vivir con conciencia momento a momento.
El Mindfulness es una práctica que ejercita la habilidad de enfocar la atención y ser consciente de los pensamientos, sentimientos y emociones que fluyen a través de nuestra mente, nuestro cuerpo y sin juzgarlos.
Observar cómo nos relacionamos con las experiencias que se convierten en el momento presente sin quedar atrapado en el pasado o preocuparse por el futuro.
Cultivar la presencia en las experiencias que vivimos, parar, observar y actuar, darse cuenta del comportamiento automático e inconsciente que nos lleva a vivir reactivamente y, en algunas ocasiones, de manera desadaptativa, para cultivar respuestas, más conscientes y meditadas, que nos orienten a una mayor serenidad y bienestar.
Desde el Mindfulness entrenan la atención, el foco y la aceptación, para fluir suspendiendo juicios, con curiosidad, en el presente y sin reacción. El entrenamiento en Mindfulness deriva de la síntesis perfecta entre todos los conocimientos que la neurociencia ha aportado a la psicología y la sabiduría oriental relacionada con la práctica de la meditación.
Integrar Mindfulness en la vida cotidiana es un proceso gradual que normalmente requiere práctica de la meditación y se complementa con una serie de prácticas informales, que se hacen en la vida cotidiana, como caminar o asearse, o cualquier otra rutina, focalizando el atención en lo que estamos haciendo, plenamente presentes.
Nos ayuda a recuperar nuestro equilibrio interno, atendiendo de forma integral a los aspectos de la persona: cuerpo, mente y espíritu.
Practicando la atención plena desarrollamos una mayor capacidad de discernimiento y nos abre la puerta hacia nuevas posibilidades, nos invita a vivir una vida de manera plena y en el presente.
Su práctica continuada permite aumentar la claridad mental, la regulación emocional, la reacción al estrés, resiliencia y respuestas adaptativas al estrés, comunicación consciente, gestión consciente del tiempo y el autocuidado.